Los escenarios climáticos previstos para la Península Ibérica en los próximos años revelan un aumento de la temperatura media, así como de los episodios de sequía, y la disminución de las precipitaciones y las heladas, tanto en términos de cantidad como de frecuencia de suceso.
Estas predicciones son especialmente preocupantes para los sistemas montado/dehesa, que ya muestran signos de declive, lo que acentúa la urgente necesidad de comprender y anticipar sus efectos, y de buscar formas de adaptación para conservar su supervivencia y modos de vida asociados, no siendo posible su sostenibilidad con los sistemas de gestión usados hoy en día.
En base a estas premisas, Life Montado-Adapt establece como prioridad la adaptación progresiva a las actuales y futuras condiciones climáticas y sus consecuencias en las regiones del Alentejo (Portugal), Extremadura y Andalucía (España). El proyecto ha supuesto el desarrollo de un Sistema Integrado de Gestión de Dehesa (SIGD), aplicado particularmente a cada una de las 12 áreas piloto seleccionadas, implementando todo un conjunto de estrategias de adaptación basadas en los tres pilares de la sostenibilidad: medio ambiente, sociedad y economía.
El caso que se presenta, corresponde al SIGD desarrollado e implementado en la Finca Casablanca, ubicada en el T.M. de Oliva de Plasencia (Cáceres), referido al área piloto L5 del proyecto.
La finca tiene una superficie total de 415 ha, aplicadas según la siguiente distribución:
- praderas de siega - 75 ha
- alcornocal en producción - 66 ha
- pasto arbolado (fresnos y robles). - 15 ha
- olivar ecológico certificado - 6,5 ha
- dehesa de encina - 259 ha (30-40 pies/ha)
La finca es desde 1860 una dehesa privada, en la que tradicionalmente se realizaba un uso racional, con una gestión respetuosa con el medio ambiente, dedicada a labores agrícolas y ganaderas, en la que se practicaba la trashumancia estival hacia la sierra de Béjar y Candelario, donde permanecían los animales hasta noviembre o diciembre, en función de la otoñada.
En los años 70, se abandonan estas prácticas, se aumenta la presión ganadera y se deja de practicar la trashumancia, empezando a observarse el deterioro de la finca.
Actualmente la finca Casablanca presenta en general una densidad de arbolado adecuada y con buen estado de salud, incluso de aquellos árboles que han sido podados. Sin embargo, para poder mantener la masa en estas condiciones, se debe mejorar la regeneración natural ya que en algunas áreas no existe arbolado joven, y donde existe, está recomido por el ganado, lo cual indica una alta presión ganadera.
La finca se sitúa a unos escasos 6 km de la autovía A-66, con una buena localización en cuanto a cercanía a vías de comunicación.
Su arbolado está dominado por la encina (Quercus ilex subespecie ballota L.) y el alcornoque (Quercus suber L), que en base a los datos climáticos esperados en los próximos años, se encuentra en riesgo de desaparición.
El estrato herbáceo en la zona de estudio es relativamente diverso, aunque es particularmente pobre en plantas leguminosas. No obstante, su biomasa y el carbono capturado son elevados (44,22 y 21,05 tm/ha respectivamente) como resultado de la buena densidad y estado de salud del arbolado.
Los principales suelos en la finca en general son regosoles dístricos derivados de granitos, poco desarrollados, poco profundos, con textura medio gruesa, y con horizonte superficial ácido. En las vaguadas existen también suelos con textura fina que presentan encharcamientos temporales.
Presenta una buena diversidad de invertebrados, con clara dominancia de escarabajos (Coleoptera), seguidos por Himenópteros (Hymenoptera) y arañas (Arachnida).
Respecto a aves, Casablanca es una de las zonas con mayor número de especies observadas, aunque las de carácter forestal en particular no son elevadas. Por ello, es importante su recuperación mediante regeneración natural de arbustos.
A nivel de hongos-setas, en la finca se localizan hasta 12 especies, de las cuales sólo 1 es comestible (Macrolepiota procera), aunque con escaso valor comercial, presentando una mayor abundancia de especies saprófitas que micorrízicas, lo que indica que se encuentra en malas condiciones en este sentido. Se debería por tanto incrementar la presencia de especies ectomicorrízicas, llevando a cabo acciones como colocar cercas de exclusión del ganado, promover la regeneración natural, y mejorar la cobertura permanente del suelo.
Frente a estas circunstancias y consideraciones, la finca afronta los siguientes desafíos principales:
- Mantener la productividad y rentabilidad de la ganadería.
- Mantener la calidad, la producción, y la biodiversidad de forraje.
- Promover la regeneración del arbolado productivo.
- Controlar la presencia de plagas (orugas defoliadoras, insectos xilófagos).
- Detener el decaimiento del arbolado.
- Preservar la conservación del agua y del suelo.
- Fomentar, conservar e incrementar la biodiversidad.