El cambio climático es un fenómeno complejo y de alcance mundial. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) lo define como:
“un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”.
La influencia humana en el actual cambio del clima es clara. Los científicos coinciden en señalar que la causa principal del cambio climático es la emisión de los denominados gases de efecto invernadero (GEI). Estos gases incrementan la capacidad de la atmósfera terrestre para retener calor, dando lugar al fenómeno del calentamiento global.
¿Cómo nos afecta? Efectos e impactos del cambio climático
El cambio climático nos afecta y afectará en el futuro en muchos aspectos de nuestra vida. Algunos de los efectos concretos del cambio climático que pueden observarse ya en diferentes lugares del planeta son los siguientes:
- La atmósfera y el océano se han calentado
- Los volúmenes de hielo y nieve han disminuido
- El nivel del mar se ha elevado
Estos efectos se traducen en una serie de impactos o consecuencias sobre los sistemas naturales y sobre los seres humanos. En el caso de la región mediterránea, donde se encuentra nuestro país, algunos impactos concretos son los siguientes:
- Aumento de la temperatura superior al aumento de la media europea
- Reducción de las precipitaciones anuales
- Disminución del caudal anual de los ríos
- Disminución de la productividad de los cultivos
- Aumento del riesgo de incendios forestales
- Aumento de la mortalidad por altas temperaturas
- Expansión del hábitat de los vectores de enfermedades propios de latitudes meridionales
- Etc.
¿Qué podemos hacer? Respuestas frente al cambio climático: Mitigación y adaptación
Ante esta situación, podemos actuar desde diferentes enfoques y estrategias, tanto a nivel individual como colectivo, teniendo en cuenta la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo.
La mitigación agrupa al conjunto de estrategias orientadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano y el aumento de las absorciones por los sumideros.
La adaptación agrupa las estrategias orientadas a minimizar los riesgos e impactos derivados del cambio climático, buscando un mejor ajuste a las condiciones climáticas actuales y futuras.
Ambas respuestas deben ser complementarias ya que, por una parte, sin mitigación nuestra capacidad adaptativa puede verse superada más rápidamente por la magnitud de los impactos del cambio climático y, por otra, la adaptación resulta imprescindible para afrontar los impactos que ya está teniendo el cambio climático en la actualidad y que inevitablemente tendrá en el futuro. Asimismo, una adaptación que no sea baja en emisiones de gases de efecto invernadero intensifica el cambio cuyos efectos se desean evitar, y una mitigación que no integre criterios de adaptación puede estar en riesgo frente a los impactos del cambio climático.