La evidencia de que el cambio climático es una realidad ha permitido tomar conciencia de la necesidad de emprender acciones para adaptarnos a sus efectos con suficiente antelación. La adaptación al cambio climático es un pilar fundamental que complementa las políticas de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global. Constituye un reto para numerosas áreas de responsabilidad pública y privada, y requiere un conocimiento actualizado sobre los potenciales efectos que se pueden producir, desde el nivel local al nacional, así como sobre las estrategias más recomendables para abordarlos con éxito. El artículo, después de exponer el creciente papel que ha ido cobrando la adaptación al cambio climático en las negociaciones internacionales (Cumbre de Bali y Cancún) frente a los procesos de mitigación que habían focalizado las políticas ambientales, se centra en responder a una serie de interrogantes relacionadas con los procesos de la adaptación: por qué hay que adaptarse, quién debe hacerlo, cómo y cuándo hacerlo, y cuánto cuesta tomar las medidas necesarias. En este sentido, se pasa revista a las distintas magnitudes aportadas por diversas instituciones (Banco Mundial, Revisión Sterm, CMNUCC, Oxfam, PNUD) que oscilan entre los 9.000 y los 166.000 millones anuales , así como las diversas metodologías que sustentan esta cifras. Por otra parte, se pone de manifiesto la vulnerabilidad de España al fenómeno del cambio climático tal como señala la Agencia Europea de Medio Ambiente o la misma Oficina Española de Cambio Climático que a través del Proyecto ECCE en el que participaron más de 400 investigadores, puso de manifiesto los principales efectos detectados, las zonas más vulnerables, las posibles opciones de adaptación y las incertidumbres existentes. Las evidencias del cambio climático son múltiples y se han localizado en diversos ámbitos y sectores: clima, biodiversidad, fenología, plagas forestales, vitivinicultura, nivel del mar, etc. Los autores exponen las medidas adoptadas hasta el momento, entre las que destaca la creación de un marco normativo, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), cuyo objetivo es la coordinación de iniciativas públicas y privadas y dar impulso a la adaptación al cambio climático en todos los sectores con la movilización de los agentes implicados. La investigación en el campo de la adaptación ya ha dado los primeros resultados en varios ámbitos, materializándose en diversos informes en sectores clave como son: los recursos hídricos (CEDEX), la biodiversidad (Universidad de Extremadura) y las costas (Universidad de Cantabria), por citar algunos de los más significativos. Igualmente, se han realizado avances en la normativa sectorial con la incorporación de medidas para integrar en ellos la adaptación al cambio climático. El artículo termina señalando que la adaptación es un área de trabajo novedosa que se nutre de una serie amplia de disciplinas e interacciona con múltiples campos, siendo la economía una de ellas que precisa profundizar más en la evaluación de costes y beneficios.