El documento analiza 29 indicadores distribuidos entre 10 sectores socioeconómicos y sistemas naturales que, con la aplicación del análisis de componentes principales, generan un indicador global de adaptación que muestra un nivel medio en cuanto a la capacidad adaptativa a los impactos del cambio climático; Catalunya obtiene un aprobado justo. Es necesario subrayar que el valor cuantitativo del indicador global de adaptación es función directa del uso de los recursos (básicamente, agua y energía) y de la calidad ambiental (expresada en emisiones a la atmósfera): la adaptación será mejor cuanto más eficientes seamos en el uso del agua y la energía y cuanto más reduzcamos las emisiones de GEI.