Los bienes del patrimonio mundial se ven afectados por los impactos del cambio climático en el presente y en el futuro. Su preservación continua requiere comprender estos impactos en su valor universal excepcional y responder a ellos de manera efectiva. Los bienes del patrimonio mundial también albergan opciones para que la sociedad mitigue y se adapte al cambio climático a través de los beneficios ecosistémicos, como la regulación del agua y el clima, que proporcionan y el carbono que se almacena en los sitios forestales del patrimonio mundial. El patrimonio cultural, por otro lado, puede transmitir conocimientos tradicionales que generen resiliencia ante los cambios futuros y nos lleven a un futuro más sostenible. Los bienes del patrimonio mundial sirven como observatorios del cambio climático para recopilar y compartir información sobre prácticas de seguimiento, mitigación y adaptación aplicadas y probadas. La red global del patrimonio mundial también ayuda a crear conciencia sobre los impactos del cambio climático en las sociedades humanas y la diversidad cultural, la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas, y el patrimonio natural y cultural del mundo.