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MEDACC: metodologías innovadoras para la adaptación al cambio climático en el área mediterránea

Autoría de la imagen: IRTA- Fundació Mas Badia / Fototeca CENEAM

El proyecto LIFE MEDACC tuvo por objetivo desarrollar soluciones innovadoras orientadas a adaptar nuestros sistemas agroforestales y urbanos a los impactos del cambio climático en el ámbito mediterráneo. Se pusieron en práctica, de forma experimental, una serie de medidas de adaptación en los ámbitos de la agricultura, la gestión forestal y la gestión del agua. Los resultados del proyecto contribuyeron a cuantificar cómo la adaptación podía reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y de las actividades humanas al cambio climático, y cuáles fueron los costes económicos y ambientales asociados a la aplicación o no de estas medidas de adaptación.

El proyecto se concretó en tres cuencas representativas de Cataluña: la Muga, el Ter y el Segre, con el objetivo de que los resultados y la metodología fueran aplicables en el diseño de experiencias similares en todo el ámbito mediterráneo.

Descripción Caso de Estudio
Retos: 

Tanto los bosques como los cultivos del área mediterránea iban a verse –de hecho, estaban siendo ya– seriamente afectados por el cambio climático, en particular por los episodios de severa escasez de agua y sequía combinados con amplios periodos de temperaturas muy elevadas. Esto agravaría, en el caso de los bosques, el estrés hídrico y el riesgo de incendios y, en el caso de los cultivos, generaría aumentos en la demanda de agua que difícilmente podrían ser atendidos en un contexto generalizado de escasez en las cuencas.

MEDACC tomó la cuenca hidrográfica como marco de referencia. Las tres cuencas elegidas –las de los ríos Muga, Ter y Segre– representaban una gran diversidad de condiciones topográficas, climáticas y ambientales, así como diferentes usos del suelo y demandas de agua. Además, se encontraban sometidas a diferentes presiones sobre el recurso hídrico, presiones que podrían agravarse en un futuro. A modo de ejemplo, mientras que en el Segre la agricultura suponía el 95% de la demanda de agua, en el Ter los consumos urbanos alcanzaban el 74%. En los últimos seis decenios fue preocupante la reducción de caudales circulantes en las cabeceras de los ríos analizados como consecuencia del incremento de la temperatura, la reducción de la precipitación (sobre todo, en verano) y el incremento de la evapotranspiración. Así, en la cuenca del Segre, la reducción de caudales en cabecera fue de un 28%, en el río Muga, de un 49% y en el Ter del orden del 42-57%.

En el ámbito forestal, el proyecto evidenció la necesidad de intervenir en los bosques mediterráneos que, tras ser sometidos a una fuerte explotación secular, habían sido abandonados en las últimas décadas debido al despoblamiento rural y a la generalización de los combustibles fósiles. Ello había conformado masas forestales muy densas y poco maduras y, consecuentemente, muy sensibles al estrés hídrico y con un elevado riesgo de incendios.

Objetivos: 

Se han diseñado, implementado y monitoreado diferentes acciones piloto para ayudar a cuantificar los efectos (positivos y negativos) de la aplicación de medidas de adaptación en los siguientes sectores:

  • Uso doméstico y urbano del agua: el proyecto ha investigado los procesos óptimos de gestión del agua para lograr ahorros de forma eficiente desde el punto de vista ambiental, energético y social;
  • Agricultura: el proyecto buscaba demostrar la efectividad de medidas de reducción del estrés hídrico vinculado al consumo agrícola. Esto incluye el trabajo con diferentes variedades de cultivos, sistemas de riego y técnicas de manejo sostenible del suelo;
  • Bosques: las acciones piloto han ayudado a cuantificar los efectos del manejo forestal sobre la salud de los bosques, la disponibilidad del agua y el riesgo de incendios.

Además, se han evaluado en detalle los impactos del clima y de los cambios en el uso del suelo, y la vulnerabilidad de las cuencas hidrográficas seleccionadas.

Soluciones: 

En conjunto, se identificaron aquellas áreas, sistemas y sectores económicos más sensibles al cambio climático. Se hizo un diagnóstico de qué medidas de adaptación se habían aplicado previamente a las cuencas de estudio y qué efecto habían tenido. A partir de los resultados obtenidos en las modelizaciones de escenarios socioeconómicos y climáticos en las 3 cuencas estudiadas para el horizonte 2030-2050, se procedió a proponer qué medidas de adaptación deberían implementarse en la gestión del agua. Se definieron nuevas medidas de adaptación y algunas de ellas se implementaron como pruebas piloto (agrícola y forestal).

Se realizó el seguimiento de los efectos de las pruebas piloto en las tres cuencas. Se divulgaron los resultados en diferentes redes y plataformas. El proyecto estaba probando sobre el terreno distintas estrategias de adaptación orientadas a reducir la vulnerabilidad de bosques y cultivos mediterráneos al cambio climático, y perseguía también valorar los costes económicos y ambientales asociados a la aplicación – o no – de las diversas medidas.

En el ámbito forestal, el proyecto evidenció la necesidad de intervenir en los bosques mediterráneos que, tras ser sometidos a una fuerte explotación secular, habían sido abandonados en las últimas décadas debido al despoblamiento rural y a la generalización de los combustibles fósiles. Ello había conformado masas forestales muy densas y poco maduras y, consecuentemente, muy sensibles al estrés hídrico y con un elevado riesgo de incendios. La propuesta que hizo el LIFE MEDACC fue reducir la densidad de árboles para acelerar el proceso natural de sucesión hacia bosques más maduros. Para ello, se aplicaron diferentes tratamientos - claras y entresacas fundamentalmente - en distintas condiciones ambientales, de pendiente, de profundidad del suelo, etc. Así, se pudo comprobar qué tratamientos funcionaban mejor en cada situación y también conocer sus costes, para concretar después las recomendaciones de gestión adecuadas en cada caso.

Junto a estas prácticas específicas de gestión forestal, se evidenció también la necesidad de reforzar la ganadería extensiva y mantener y recuperar los tradicionales paisajes agroforestales en mosaico, que albergaban una mayor biodiversidad y eran menos vulnerables a los diferentes impactos.

En cuanto a la agricultura, se probaron diversos métodos en cultivos de maíz y manzanos que permitieron -con muy bajos costes- ahorros de agua de entre el 20% y el 30%, manteniendo la producción. La metodología se basaba en aplicar tecnologías sencillas para conocer, con la mayor precisión posible, las condiciones ambientales y las previsiones meteorológicas en las distintas parcelas de cultivo y, con esos datos, calcular exactamente los aportes de agua semanales que cada parcela requería. Esta información se transmitía a los agricultores que, de esta forma, podían incrementar sensiblemente la eficiencia del riego, reducir costes y contribuir a mejorar al mismo tiempo la disponibilidad de agua en la cuenca.

Importancia y relevancia de la adaptación: 

Caso desarrollado, implementado y parcialmente financiado como una medida de Adaptación al Cambio Climático de sistemas agroforestales y urbanos en el ámbito mediterráneo.

Detalles Adicionales
Participación de las partes interesadas: 
  • La Oficina Catalana del Cambio Climático coordinó el desarrollo del proyecto y la labor de los diferentes participantes, ocupándose especialmente de las tareas de relación institucional, el vínculo con los diferentes actores del territorio y el impacto del proyecto en las políticas ambientales de Cataluña.
  • El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) realizó la coordinación técnica del proyecto, poniendo especial énfasis en la evaluación de las vulnerabilidades al cambio climático de las cuencas de estudio, la recopilación y análisis de medidas de adaptación ya aplicadas, la definición de nuevas medidas de adaptación y la implementación de las pruebas piloto en el ámbito forestal.
  • El Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) se implicó en la modelización hidro-climática de las cuencas de estudio y coordinó la integración de los datos recopilados en el proyecto y sus resultados en una plataforma de información.
  • El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) aportó sus conocimientos y experiencia en el ámbito agrícola y coordinó la puesta en marcha de las pruebas piloto.
  • Diferentes actores del territorio –de ámbitos de la administración, académico, ambientalista, de servicios y turismo, etc.– participaron en diversas fases del proyecto, aportando su conocimiento y experiencia.

Los resultados se difundieron en diferentes redes y plataformas, así como en conferencias, workshops internacionales, seminarios técnicos, ferias agrícolas, entre otros.

El proyecto Life Shara - Sensibilización y conocimiento para la adaptación al cambio climático presentó en tres formatos (vídeo entrevista-reportaje, reportaje escrito y panel expositor) la iniciativa y actuaciones de adaptación al cambio climático del proyecto Life MEDACC.

Interés del proyecto: 

El proyecto probó sobre el terreno distintas estrategias de adaptación orientadas a reducir la vulnerabilidad de bosques y cultivos mediterráneos al cambio climático. Los resultados del proyecto contribuyeron a cuantificar cómo la adaptación podía reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y de las actividades humanas al cambio climático, y cuáles fueron los costes económicos y ambientales asociados a la aplicación o no de estas medidas de adaptación. Así, se pudo comprobar qué tratamientos funcionaban mejor en cada situación y también conocer sus costes, para concretar después las recomendaciones de gestión adecuadas en cada caso.

Éxito y factores limitantes: 

El proyecto MEDACC puso de manifiesto la necesidad de potenciar los esfuerzos para conservar y mejorar las masas forestales, especialmente en las cabeceras de los ríos, dados los enormes servicios ambientales que nos prestan, en términos no sólo estéticos y de recreo, sino también en lo relativo a la disponibilidad y calidad del agua, calidad del aire, mantenimiento de la biodiversidad, etc.

También reveló la urgencia de poner en marcha políticas públicas de adaptación para los sistemas agroforestales, para lo cual era esencial mejorar el diálogo urbano-rural de forma que la sociedad en su conjunto asumiera los costes de mantener el medio rural vivo.

Presupuesto, tipo de financiación y beneficios adicionales: 

El presupuesto del proyecto fue de 2.548.841€, con una aportación de la Comisión Europea de 1.266.208€.

La combinación de simulaciones hidrológicas y tres escenarios de cubiertas del suelo constató una fuerte influencia de la superficie boscosa en la generación de caudales. En algunas pruebas piloto se observó un incremento estacional de la humedad en el suelo donde se ejecutó gestión forestal. Durante la primavera y el verano, una mayor humedad del suelo mostró una correlación favorable con el crecimiento de los árboles y con su estado de salud, así como una menor inflamabilidad y combustibilidad de la vegetación en períodos de elevado riesgo de incendio, y en algunos casos, una reducción del decaimiento.

En cuanto a la agricultura, se probaron diversos métodos en cultivos de maíz y manzanos que permitieron -con muy bajos costes- ahorros de agua de entre el 20% y el 30%, manteniendo la producción. En el caso del manzano, el valor de la producción de la parcela que siguió este método fue de 32.850 €/ha, lo que supuso un aumento del 4,2% respecto a la parcela control.

Por otro lado, en un estudio enmarcado en el proyecto se propuso para la zona del Alt Pirineu (cuenca del Segre) destinar la mitad de la superficie agraria útil actual (en la que predominan los cultivos destinados a la alimentación animal) a cultivos destinados a la alimentación humana, mucho mejor adaptados a los escenarios de cambio climático para el horizonte 2030-2050 y de mayor rentabilidad económica. Esta medida se vería compensada por un incremento del pastoreo extensivo, que con el tiempo había ido perdiendo importancia en favor de la ganadería estabulada. En este estudio se concluyó que los ingresos brutos del sector agrícola en este escenario futuro podrían llegar a los 181,1 M€ frente a los 84,3 M€ actuales o a los 76,7 M€ previstos en el mismo escenario 2030-50 si se mantiene la gestión actual.

Aspectos legales: 

Cumplimiento con la Estrategia Catalana de Adaptación al Cambio Climático (ESCACC 2013-2020):

  • MEDACC fue diseñado para contribuir al diseño y desarrollo de estrategias y políticas de adaptación en el ámbito euro-mediterráneo. Fue una herramienta clave en el despliegue de la ESCACC, lo que implicó que el proyecto debía alinearse y cumplir con las directrices y los objetivos establecidos en esta estrategia regional.

Implementación de Directrices y Políticas de Adaptación Regionales y Nacionales:

  • El proyecto actuó dentro del marco de las políticas de adaptación que se estaban desarrollando a nivel regional y nacional, asegurando que sus actividades y resultados se integraran de manera efectiva en los esfuerzos más amplios de adaptación al cambio climático.

Regulaciones Ambientales y de Gestión de Recursos:

  • Las actividades del proyecto, especialmente aquellas relacionadas con la gestión del agua, la agricultura y la silvicultura, debían cumplir con las leyes ambientales locales y nacionales que regulan estos sectores. Esto incluía el cumplimiento de normativas sobre uso del agua, manejo forestal y prácticas agrícolas sostenibles.

Integración con Iniciativas de Investigación e Innovación:

  • Dado que MEDACC también se marcó como un proyecto de investigación e innovación, debía adherirse a las regulaciones pertinentes en cuanto a la experimentación y aplicación de nuevas tecnologías y métodos en entornos naturales y urbanos
Tiempo de implementación: 

5 años (1 julio 2013-30 junio 2018)

Información de contacto
Contacto: 

Gabriel Borràs

Tel: 93 444 50 00

Av. Diagonal, 523-525 08029 Barcelona

info@medacc-life.eu / gborras@gencat.cat

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