Se encuentra usted aquí
Para afrontar la crisis climática es necesario conservar la naturaleza y viceversa
Imagen contenido
La relación entre la pérdida de biodiversidad y la crisis climática es ya evidente. También lo es el apoyo que brinda la naturaleza en la lucha contra los impactos derivados del cambio climático y su importante papel en la mitigación, es decir, en la reducción de las emisiones netas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera a través de los sumideros de carbono.
Por esta razón y por la importante conexión de ambas crisis con el futuro de la humanidad, en diciembre de 2020, 50 de los principales expertos en biodiversidad y clima del mundo participaron en un taller virtual de cuatro días para examinar las sinergias y compensaciones entre la protección de la biodiversidad y el clima.
El grupo de expertos fue seleccionado por un Comité Directivo Científico de 12 personas reunido por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) y el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
El resultado de este taller participativo se presentó en un informe el 10 de junio y en él se expone cómo las políticas llevadas a cabo hasta ahora han tratado el cambio climático y la pérdida de biodiversidad como procesos independientes. Sin embargo, el documento subraya lo importante que es abordar de manera conjunta estos dos fenómenos.
Por otra parte, si bien es cierto que la naturaleza supone un gran valor en cuanto a la mitigación del cambio climático, las soluciones que esta proporciona solo pueden ser efectivas si se suman a otras reducciones ambiciosas de GEI desde todos los focos de actividad humana.
El informe destaca la importancia de frenar el deterioro de los ecosistemas y detener la deforestación especialmente en aquellos ricos en especies y carbono (manglares, marismas, praderas marinas, bosques, humedales, etc.). Además, hace referencia a la necesidad de restaurar los hábitats deteriorados potenciando así las Soluciones Basadas en la Naturaleza como una forma rápida y económica de luchar contra el cambio climático con múltiples cobeneficios como la reducción de erosión del suelo, la mejora de calidad del agua y del aire, la protección costera o la regulación de inundaciones.
Por otra parte enfatiza la importancia de incrementar las prácticas agrícolas y forestales sostenibles, como la diversificación de cultivos y la agroecología o el perfeccionamiento en el manejo de tierras de cultivo y los sistemas de pastoreo así como la reducción del uso de fertilizantes. Todas estas medidas contribuyen a mejorar la capacidad de adaptación al cambio climático y son grandes aliados en materia de mitigación de GEI.
También aboga el informe por unos cambios de patrones de consumo y cambios en las dietas, especialmente en los países ricos, hacia opciones más basadas en plantas al mismo tiempo que se eliminan las ayudas a actividades perjudiciales para la biodiversidad como la deforestación o la sobrepesca. Y hace una mención especial a las instalaciones de energía renovable por la importancia de evitar daños colaterales en su implementación.
Por último, el informe llama la atención sobre la necesidad de un cambio transformador tanto en nuestra economía como a otros niveles de la sociedad para poder detener la pérdida de biodiversidad, estabilizar el clima y diseñar un camino hacia el futuro sostenible que queremos.
Puedes consultar el documento del IPBES-IPCC aquí.