El macizo pirenaico atraviesa una “fase crítica” y es urgente identificar los riesgos y actuar para minimizar el impacto ante eventos hidro climáticos extremos que ya tienen repercusión en el territorio y en la vida de las personas que lo habitan. Así lo advierte el dictamen técnico presentado esta mañana en Toulouse por el proyecto LIFE-SIP Pyrenees4Clima, integrado por 46 entidades socias y liderado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC).
En el documento, las principales entidades científicas y administrativas de Cataluña, Aragón, Navarra, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra especializadas en la temática de riesgos, representadas en este organismo, lanzan un llamamiento urgente para acelerar la acción climática en las zonas de montaña ante los crecientes riesgos y exponen 16 recomendaciones para activar la prevención y preparar el territorio ante mega incendios y fenómenos naturales desfavorables. La lista, detallada al final de la nota de prensa, incluye medidas tan diversas como el mantenimiento del paisaje agrosilvopastoral en mosaico a causa del abandono y la falta de relevo generacional(diversificación de los usos del suelo), la reactivación del uso agroganadero extensivo a escala regional, o el cambio en la concesión de ayudas y pagos al sector primario, ligando estos pagos al número de cabezas o hectáreas.