La necesidad de adaptación al clima es mundial, pero los efectos del cambio climático están desigualmente distribuidos y son experimentados de forma diferente por los países desarrollados y los países en desarrollo. Los países en desarrollo pueden tener más dificultades para adaptarse que los desarrollados, ya que tienen menos capacidad de adaptación y menos acceso al capital. Según el informe The adaptation finance gap report de 2016 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los costes de adaptación en los países en desarrollo podrían oscilar entre 140.000 y 300.000 millones de dólares al año de aquí a 2030. A escala mundial es probable que los costes se sitúen entre 280.000 y 500.000 millones de dólares al año de aquí a 2050, pudiendo ser incluso mayores en escenarios de emisiones más elevadas.