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Restauración Fluvial del Río Manzanares en el entorno del Real Sitio de El Pardo (Madrid)

Autoría de la imagen: Dirección General del Agua. Confederación del Tajo

El río Manzanares, a su paso por el histórico Real Sitio de El Pardo, ha experimentado diversas alteraciones hidromorfológicas a lo largo de los años, que transformaron profundamente tanto el lecho del río como sus riberas. Estas transformaciones resultaron en la pérdida significativa de espacio fluvial, diversidad de hábitats, conectividad tanto longitudinal como transversal del río, y accesibilidad pública a sus orillas.

En respuesta a estos desafíos y en cumplimiento de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, se inició un ambicioso proyecto de restauración con el objetivo de mejorar el estado ecológico del río. Este proyecto se alineó con los objetivos medioambientales del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Tajo y contó con la colaboración de Patrimonio Nacional, que gestiona el Monte de El Pardo. El enfoque estuvo puesto en rehabilitar y valorizar este tramo del río, que se extiende desde el Embalse del Pardo hasta la confluencia con el arroyo de la Trofa, abarcando aproximadamente 6 kilómetros.

Este segmento del río Manzanares estaba catalogado en el Plan Hidrológico como una masa de agua de naturaleza “Muy Modificada”. La intervención buscó no solo restaurar las condiciones naturales del río sino también adaptarlo mejor a los efectos previstos del cambio climático, tales como la reducción de caudales y el aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos. Además, persiguió la recuperación de un espacio de gran valor ambiental y cultural, mejorando la biodiversidad, la funcionalidad ecológica y la experiencia pública del río.

El proyecto abordó directamente las necesidades de restauración fluvial mediante la implementación de prácticas de manejo que incluyeron la reconfiguración del lecho del río, la restauración de la vegetación ribereña y la mejora de la conectividad y accesibilidad del río para los ciudadanos y la fauna local. Las técnicas aplicadas han buscado revertir los impactos negativos de las intervenciones humanas pasadas y crear un corredor fluvial más resiliente y dinámico que pudiera soportar las presiones actuales y futuras.

Con una visión hacia la sostenibilidad a largo plazo, este proyecto no solo mejoró el estado ecológico del río Manzanares, sino que también sirvió como modelo para futuras iniciativas de restauración fluvial en otros contextos similares, tanto a nivel nacional como internacional. Se esperaba que los resultados de este proyecto contribuyeran significativamente a la ciencia de la restauración fluvial y a la gestión integrada de cuencas hidrográficas, proporcionando lecciones valiosas sobre la interacción entre las actividades humanas y los sistemas fluviales en entornos urbanos y periurbanos.

Descripción Caso de Estudio
Retos: 

El Río Manzanares en el entorno del Real Sitio de El Pardo se ha visto afectado a lo largo de los años por una serie de alteraciones de carácter hidromorfológico que motivaron cambios importantes en las condiciones tanto del cauce como de su ribera. A simple vista, el río aparecía como una sucesión de remansos como consecuencia de la existencia de una serie de barreras en el cauce de distinta naturaleza.

En particular, una de estas barreras era un azud “pseudonatural” formado en la confluencia del río Manzanares con el Arroyo de la Trofa como consecuencia de la acumulación de sedimentos (arenas fundamentalmente) procedentes de la intensa erosión de la cuenca de este arroyo. Pero no eran éstas las únicas alteraciones que afectaban a la cuenca de ambos cauces: el río Manzanares en el tramo de estudio presentaba un régimen hidrológico en el que, por un lado, el caudal circulante era insuficiente para movilizar los sedimentos en la confluencia con el arroyo de la Trofa, y por otro, la falta de sedimentos en dicho caudal estaba creando problemas de incisión a lo largo de todo el tramo y, en general, la pérdida de espacio fluvial; además, se había detectado un alto contenido en nutrientes en el arroyo de la Trofa.

Las alteraciones mencionadas probablemente se verían agravadas en un escenario de cambio climático, donde era previsible que los caudales habituales disminuyeran y aumentara la frecuencia e intensidad de los episodios de avenidas. Si a esto se añadía el aumento de las temperaturas, los efectos esperables más inmediatos serían la disminución y homogeneización del biotopo acuático, el incremento de los procesos de incisión y una mayor eutrofia con el consiguiente desarrollo de helófitos y el decaimiento de la vegetación de ribera.

Por ello, se planteó esta intervención, para adaptar estas masas de agua y los ecosistemas asociados a los efectos del cambio climático, que se pueden simplificar en tres fenómenos principales:

  • El incremento de temperaturas llevaría a un mayor deterioro del cauce, con la eutrofización de sus aguas, el incremento de los carrizos existentes y el aumento de la mortandad del bosque de ribera.
  • La disminución de las lluvias conllevaría que el embalse aguas arriba de este tramo dispusiera de mayor capacidad de resguardo frente a avenidas, por lo que el río aguas abajo se parecería cada vez más a un humedal con un caudal constante. La ausencia de avenidas fomentaría la colmatación de los lechos y el desarrollo de vegetación dentro del cauce.
  • Por otro lado, los fenómenos de precipitación intensa tendrían efectos contrarios en la cuenca del arroyo de la Trofa, favoreciendo mayor erosión de la existente actualmente.
Objetivos: 
  • Contribuir a la mejora del estado ecológico del río Manzanares y el arroyo de la Trofa y servir como ejemplo piloto de medida de adaptación al cambio climático en el ámbito de la gestión fluvial.
  • Contribuir al cumplimiento de los objetivos ambientales e hidrológicos según la normativa vigente (Plan hidrológico y Plan de gestión del riesgo de inundación de la Demarcación Hidrográfica del Tajo).
  • Recuperar la naturalidad hidrológica, morfológica y ecológica del río (permeabilización de estructuras artificiales, recuperación de sotos de ribera y de zonas alteradas).
  • Devolver la conexión longitudinal y transversal del cauce.
  • Recuperar la accesibilidad al cauce, fomentando el uso público.
  • Aproximar el río a sus usuarios, adecuando sendas y caminos y optimizando los espacios dotacionales.
  • Disminuir los riesgos de inundación de la zona y aguas abajo, en la ciudad de Madrid.
  • Prolongar el corredor ambiental del río Manzanares (estableciendo un punto de encuentro entre la ciudad y el medio natural).
Soluciones: 

EN EL RÍO MANZANARES

Actuaciones de recuperación y mejora de hábitat fluvial

Previo a las obras de permeabilización de barreras en el río Manzanares, se rescataron (captura y traslado) los peces de las especies autóctonas.

Mediante la colocación de rocas y/o troncos en la sección del río, se aumentó el número y diversidad de microhábitats de refugio y reproductivos para los organismos acuáticos.

Actuaciones para mejora de la cubierta vegetal

Trabajos silvícolas y eliminación de vegetación exótica. Incluyeron el saneamiento de la vegetación mediante poda y desbroce y, en algunos casos, la retirada de ejemplares en mal estado fitosanitario.

Restauración de la vegetación de ribera. Se plantaron bosquetes irregulares de especies autóctonas en bandas paralelas al cauce y se protegió el arbolado singular.

Recuperación y mejora de la continuidad hidrológica

Retirada de sedimentos en Trofa. La homogeneización del régimen de caudales en el río Manzanares y el incremento de procesos erosivos y vertidos de varias depuradoras en la cuenca del arroyo generaron una isla de sedimentos, que se retiró parcialmente, buscando una pendiente adecuada para el lecho que permitiera recuperar el ancho original del río.

Rebaje de la losa en la estación de aforos. Se retiró la losa de cimentación de la estación de aforos de Mingorrubio para disminuir la cota del lecho actual y eliminar el remanso producido aguas arriba.

Instalación de rampa para peces en el Azud de El Pardo para facilitar la migración de las especies piscícolas autóctonas.

Recuperación morfológica del espacio de la ribera

Retirada de rellenos y suavizado de taludes, mejorando la accesibilidad al río.

Restauración del barranco de “Las Madroñeras – Freijo”. El barranco de las Madroñeras, un complejo de cárcavas, se había utilizado para la extracción de áridos en la época de la construcción de la presa de El Pardo.

Uso público sostenible e interpretación de la naturaleza

Instalación de una pasarela peatonal para recuperar la comunicación entre ambas orillas, eliminada con la demolición de la antigua estación de aforos de Mingorrubio.

Adecuación de caminos y senderos de distintas tipologías. Los caminos afectados por el movimiento de tierras fueron adecuados para garantizar la seguridad de los usuarios.

Material interpretativo. Cartelería y señalética. Se colocaron paneles informativos que muestran las principales características naturales y/o culturales del río. Además, se señalizó la red de sendas y caminos.

ACTUACIONES EN EL ARROYO DE TROFA

Zona acotada a la fauna silvestre

Cerramiento cinegético. Para minimizar las causas de la erosión, se acotó la zona desde donde el arroyo cruza con la línea del ferrocarril hasta su desembocadura en el río Manzanares.

Abrevaderos – balsas. Dado que el cerramiento restringe el uso de parte de la cuenca del arroyo, se consideró necesario instalar abrevaderos fuera del cerramiento.

Cerramiento en la confluencia con el río Manzanares. En el punto de confluencia, la valla que delimita el Monte de El Pardo sufría roturas periódicas debido a las crecidas del arroyo. Se construyó una estructura permanente para soportar las crecidas y permitir la evacuación de grandes volúmenes de agua y arena.

Elevación del lecho y reconexión lateral

Instalación de hidrotecnias. Se facilitó la movilización de tierras y suavización de taludes, elevando el lecho y potenciando la funcionalidad de la llanura de inundación, favoreciendo la conexión de la vegetación con el nivel freático. Estas técnicas también contribuyeron a la retención de sedimentos, la recuperación de la vegetación y la depuración natural de las aguas provenientes de los municipios de la parte alta de la cuenca.

Trampas de sedimentos. Para contribuir a la estabilidad de los materiales aportados en el movimiento de tierras, se establecieron “puntos fijos” en el cauce que, a modo de trampa de sedimentos, producen un remanso aguas arriba.

Recuperación de vegetación riparia y sotobosque

En la banda más próxima al arroyo se plantaron fresnos a raíz profunda y se realizó estaquillado con sauces, mientras que en las zonas más alejadas del arroyo se plantaron matorrales, arbustos y árboles de especies autóctonas de la zona.

Fitodepuración

Se detectaron valores altos de nutrientes debido a los efluentes que llegan al arroyo. Se plantaron macrófitas con alto potencial de fitodepuración, creando un biotopo de interés para la avifauna y los anfibios.

ACTUACIONES GENERALES

Mantenimiento y conservación

  • Reposición de marras
  • Riegos de mantenimiento
  • Mantenimiento de caminos
  • Saneamiento de la vegetación de ribera

Seguimiento Ecológico y Ambiental

  • Durante los tres años posteriores, se evaluará el efecto de las medidas sobre el estado ecológico de la masa de agua, el estado hidromorfológico, el estado de la vegetación, etc. Los trabajos ya realizados en este sentido han permitido diseñar parte de las actuaciones a ejecutar en la fase 2 del proyecto.
Importancia y relevancia de la adaptación: 

Mejora de la Resiliencia Ecológica:

Adaptación de Hábitats: El proyecto abordó directamente la adaptación de hábitats fluviales críticos para la biodiversidad local. Frente a los desafíos del cambio climático, como temperaturas extremas y patrones de precipitación alterados, la restauración de estos hábitats aseguró la supervivencia y prosperidad de especies nativas, tanto de flora como de fauna.

Gestión de Recursos Hídricos: Adaptar la gestión del río a los cambios esperados en el régimen de caudales debido al cambio climático fue fundamental para mantener la salud ecológica del río, prevenir la eutrofización y gestionar mejor los recursos hídricos en la región.

Reducción del Riesgo de Inundaciones:

Control de Avenidas: El proyecto incrementó la capacidad del río para manejar eventos de avenidas más intensos y frecuentes, un efecto anticipado del cambio climático. Esto redujo el riesgo de inundaciones, que podían tener consecuencias devastadoras tanto para los ecosistemas como para las comunidades humanas cercanas.

Conservación del Agua y la Biodiversidad:

Recuperación de Espacios Naturales: Al restaurar la continuidad y la morfología natural del río, el proyecto facilitó la creación y conservación de zonas húmedas que actúan como importantes reservorios de biodiversidad y como sistemas naturales de retención de agua. Estos espacios resultaron esenciales para adaptarse a la escasez de agua y para mantener los ciclos ecológicos necesarios en un clima cambiante.

Detalles Adicionales
Participación de las partes interesadas: 
  • Administración promotora: Dirección General del Agua. Confederación Hidrográfica del Tajo (Ministerio para la Transición Ecológica - MITECO)
  • Administraciones colaboradoras: Dirección General de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), Patrimonio Nacional, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad Autónoma de Madrid.
  • Universidad: Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural (Universidad Politécnica de Madrid)
  • Centros de Investigación: Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX)
  • Otras entidades implicadas: “Asociación Vecinal de El Pardo” y “Asociación Vecinal de El Pardo en Común”.

 

Tras la redacción del proyecto, coordinado por la Dirección General del Agua y la Confederación Hidrográfica del Tajo del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), con la colaboración de la Oficina Española de Cambio Climático del MITECO, se iniciaron las actuaciones de restauración fluvial de este tramo del río Manzanares para lograr su recuperación ambiental y adaptación al cambio climático.

En cuanto a la población del entorno, se mantuvieron varias reuniones con las asociaciones vecinales para explicar las actuaciones proyectadas y resolver dudas sobre la ejecución. Durante los meses de marzo y abril de 2017 se llevó a cabo un estudio para conocer la valoración del proyecto de restauración del río Manzanares, la percepción del entorno, caracterizar a los visitantes, y conocer la afluencia y los hábitos de los visitantes.

Se creó una web del proyecto como una de las iniciativas que favorecían la divulgación del proyecto, permitiendo conocer el avance de las obras y los resultados obtenidos.

Se instaló una caseta de información del proyecto junto al aparcamiento de Somontes, donde los fines de semana se informaba al público sobre las actuaciones de restauración fluvial que se iban a realizar.

Interés del proyecto: 

Se pretendía que este proyecto sirviera de ejemplo piloto de medida de adaptación al cambio climático mediante un impulso a la gestión del medio fluvial.

Dentro del proyecto de restauración fluvial del río Manzanares en El Pardo (Madrid), se recogió una batería de actuaciones y algunas directrices de ordenación y gestión del espacio, con el fin de mejorar el estado del río y su entorno próximo y garantizar su conservación y puesta en valor.

Dada la gran potencialidad que tenía el río Manzanares para el uso público y la educación ambiental, por su proximidad a la ciudad de Madrid, se consideró de gran interés llevar a cabo la restauración del río en el entorno del Real Sitio de El Pardo, contribuyendo con ello a la mejora del estado ecológico del río y a la recuperación de este espacio de gran valor ambiental.

Además, en esta primera fase del proyecto se incorporaron acciones piloto sobre las cuales se estableció un seguimiento posterior, lo que permitió hacer una primera evaluación y redefinición de las actuaciones para fases posteriores. Se prevé que la fase 2 comience en los próximos meses, y en ella ya se han incluido de forma más generalizada estas acciones piloto, una vez comprobada su efectividad, las cuales también podrían exportarse a otros escenarios con problemas similares.

Éxito y factores limitantes: 

Uno de los aspectos clave del proyecto fue mejorar la percepción entre la ciudadanía de los problemas que amenazan al ecosistema fluvial y que dan como resultado esos síntomas visibles: vegetación seca, profundización y estrechamiento del cauce, zonas de agua embalsada… La zona del proyecto es una de las áreas más utilizadas por los madrileños para actividades de ocio, y desde el inicio se consideró que la información a la población era una cuestión prioritaria para asegurar la aceptación y el éxito del proyecto. Para ello, se realizaron diversas jornadas de información en la fase de redacción, y en la fase de ejecución se instalaron carteles explicativos, continuando con estas tareas de información a medida que avanzara el desarrollo del proyecto.

Otra de las cuestiones fundamentales fue la coordinación y colaboración entre administraciones. Se trataba de un espacio donde convergían las competencias de varias administraciones, y lograr una buena coordinación era un aspecto determinante para alcanzar los objetivos del proyecto. Gracias a la implicación de todas ellas, el proyecto se ejecutó de acuerdo con lo planificado, y está previsto que, en los próximos meses, una vez finalice la tramitación ambiental, comience la fase 2 del proyecto, que se extiende desde la confluencia con el arroyo de la Trofa hasta el Puente de San Fernando (Madrid).

Presupuesto, tipo de financiación y beneficios adicionales: 

Fue un proyecto financiado por el Plan PIMA Adapta (Plan Impulso al Medio Ambiente para la adaptación al Cambio Climático en España), con una inversión de 2.151.798,62 €.

Los costes de esta actuación estuvieron constituidos por el coste de la ejecución del proyecto. En cuanto a los beneficios, estos fueron los derivados de la mejora lograda en el funcionamiento de los ríos, sirviendo al objetivo de cumplimiento de las exigencias de la Directiva Marco del Agua y garantizando además la provisión de bienes y servicios a la sociedad. Esto incluyó la disminución de los daños esperables por inundación y la reducción significativa de los costes destinados anualmente a la conservación del dominio público hidráulico.

Aspectos legales: 

El proyecto se enmarcó en el Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo, cumpliendo, entre las medidas hidromorfológicas propuestas, las relativas a la reducción de las presiones de elementos de regulación gracias a las mejoras de la continuidad y restauración fluvial que comprendía.

Por otro lado, este tramo del río Manzanares fue identificado como una de las áreas de riesgo potencial significativo de inundación, y el proyecto dio cumplimiento a las medidas contempladas en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo.

La restauración fluvial vino a cumplir con los objetivos de la Directiva Marco del Agua y de la Directiva de Inundaciones.

Además, este tramo se encontraba dentro de la Zona de Especial Conservación de la “Cuenca del río Manzanares” y, a su vez, era Zona de Especial Protección para las Aves “Monte de El Pardo”, disponiendo de un Plan de Gestión que contemplaba entre sus Directrices sobre la conservación de los Recursos Naturales varias medidas encaminadas a la restauración fluvial de sus masas de agua y a la mejora de la vegetación de ribera.

El proyecto fue sometido a evaluación ambiental y objeto de Resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, mediante la cual se formuló el Informe de Impacto Ambiental del proyecto, en el que se recogían todos los requisitos ambientales del mismo (Resolución de 10 de octubre de 2016, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, por la que se formuló el informe de impacto ambiental del proyecto Restauración fluvial del río Manzanares en el entorno del Real Sitio de El Pardo (Madrid), BOE nº 259 de 26 de octubre de 2016).

Tiempo de implementación: 

Noviembre 2016 a noviembre 2019

Información de contacto
Contacto: 

Dirección General del Agua. Subdirección General de Gestión Integrada del Dominio Público Hidráulico.

Confederación Hidrográfica del Tajo.