Combatir la pobreza energética en verano: el proyecto COOLTORISE y su enfoque ecosocial

Proyecto COOLTORISE

El proyecto COOLTORISE, financiado por la Comisión Europea a través del programa Horizonte 2020, es el primerio en abordar la pobreza energética en verano, un problema creciente debido a los fenómenos meteorológicos extremos derivados del cambio climático y que afecta especialmente a las personas en situación de mayor vulnerabilidad, por edad, condiciones físicas o socioeconómicas. Se ha desarrollado entre 2021 y 2024 en España (Madrid y Barcelona), Grecia, Italia y Bulgaria, combinando investigación teórica y medidas aplicadas para comprender y mitigar el impacto del calor extremo en hogares con recursos limitados. 

Su principal objetivo se ha orientado a reducir la incidencia de la pobreza energética de verano en los hogares europeos, mejorando las condiciones de habitabilidad térmica y evitando el aumento de las necesidades de energía durante la temporada de calor. Además, se ha trabajado en establecer un marco común que permita entender esta problemática a nivel europeo y desarrollar soluciones específicas para mitigar sus efectos. Se han propuesto soluciones basadas en el conocimiento compartido, la investigación, la intervención social y la perspectiva de género.

Challenges

El proyecto COOLTORISE tiene como objetivo principal abordar y mitigar los impactos de la pobreza energética en verano, un fenómeno creciente asociado al cambio climático. Los principales problemas que busca enfrentar el proyecto incluyen:

1. Aumento de la pobreza energética en verano

Tradicionalmente, la pobreza energética se ha asociado con el frío y el invierno, pero con el aumento de las olas de calor y el cambio climático, también se está manifestando en los meses de verano. En muchos barrios vulnerables, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas, la falta de recursos para climatizar adecuadamente las viviendas puede tener efectos devastadores en la salud de las personas, aumentando la mortalidad y morbilidad debido a la exposición al calor extremo.

2. Exposición a olas de calor y fenómenos climáticos extremos

La frecuencia y la intensidad de las olas de calor, exacerbadas por el efecto isla de calor en las ciudades, están afectando cada vez más a las comunidades urbanas. Estos fenómenos no solo impactan el confort térmico de las personas, sino que también agravan las desigualdades sociales, ya que aquellos con menos recursos económicos son los más afectados por la falta de condiciones adecuadas para mitigar los efectos del calor extremo. Las personas mayores, los niños, las familias de bajos ingresos y las personas con condiciones preexistentes de salud son los grupos más vulnerables.

3. Falta de soluciones de adaptación accesibles

La mayoría de las soluciones tecnológicas que mitigan el calor, como el aire acondicionado, son costosas y no siempre están al alcance de las personas que viven en situación de pobreza energética. Además, muchas viviendas en barrios vulnerables carecen de una estructura adecuada para implementar soluciones de climatización pasiva, lo que dificulta la mejora del confort térmico sin depender de costosos recursos energéticos.

4. Desigualdad de género en la pobreza energética

El proyecto ha identificado la feminización de la pobreza energética, que afecta especialmente a mujeres en contextos de familias monomarentales, mujeres mayores, y hogares donde la mujer es la principal sustentadora de la familia. Estas mujeres enfrentan mayores dificultades para gestionar los recursos limitados durante olas de calor extremo. Además, en muchos casos, tienen que equilibrar las demandas laborales y familiares, lo que les deja menos tiempo y recursos para abordar la pobreza energética de manera efectiva.

El proyecto COOLTORISE se ha enfocado en mitigar los siguientes riesgos y vulnerabilidades detectados:

  •  Salud pública: La exposición prolongada al calor extremo puede agravar condiciones de salud preexistentes, especialmente en personas mayores, niños pequeños, personas con enfermedades crónicas y aquellas con bajos recursos. Las olas de calor aumentan la probabilidad de golpes de calor, deshidratación y enfermedades cardiovasculares. Este riesgo se incrementa si las personas afectadas no tienen acceso a soluciones de climatización adecuadas.
  • Vulnerabilidad social y económica: La pobreza energética afecta especialmente a personas en situación de mayor vulnerabilidad, por edad, condiciones físicas o socioeconómicas. Además, la falta de acceso a una vivienda adecuada o a infraestructura básica como sistemas de aislamiento térmico, protección solar o ventilación natural aumenta la vulnerabilidad. Las diferencias socioeconómicas agravan aún más esta situación, ya que los más pobres son los que sufren de manera desproporcionada las olas de calor.
  • Riesgos urbanos y ambientales: Las zonas urbanas densamente pobladas experimentan el efecto isla de calor, un fenómeno donde las temperaturas son significativamente más altas en áreas urbanas que en las zonas rurales circundantes debido a la acumulación de calor en superficies como el asfalto y los edificios. Este efecto empeora las condiciones de vida en barrios de bajos ingresos, donde la falta de áreas verdes y la mala infraestructura urbana agravan la situación. La degradación ambiental de los espacios urbanos, la falta de zonas de sombra y refugios climáticos adecuados hace que estas áreas sean más propensas a sufrir efectos nocivos por el calor extremo.
  • Riesgos de inacción política y falta de infraestructura pública adecuada: En muchos casos, los gobiernos locales carecen de la infraestructura adecuada para mitigar los efectos del calor extremo, como la red de refugios climáticos, espacios públicos acondicionados para brindar alivio a las personas afectadas por el calor. La falta de planes de acción climática que integren la adaptación al calor extremo limita la capacidad de las comunidades para hacer frente a este fenómeno. Además, la falta de políticas públicas eficaces para reducir la vulnerabilidad social y promover la adaptación urbana incrementa los riesgos a largo plazo.
  • Vulnerabilidad en la gestión de los recursos energéticos: Muchas comunidades, en especial las de bajos ingresos, enfrentan desigualdades en el acceso a fuentes de energía más eficientes y sostenibles. La dependencia de energías tradicionales, como la electricidad para el aire acondicionado, coloca a estas comunidades en una situación vulnerable durante los picos de consumo energético en verano, cuando las redes eléctricas se sobrecargan. La falta de acceso a soluciones energéticas alternativas o a sistemas de energía renovable pone en riesgo la seguridad energética de las familias más afectadas.
  • Riesgos relacionados con la feminización de la pobreza energética: Las mujeres, especialmente en contextos de familias monomarentales, enfrentan una doble carga durante las olas de calor. Tienen que ocuparse de las necesidades energéticas de la familia, mientras enfrentan mayores dificultades para obtener los recursos necesarios para mitigar el calor. Esto puede agravar su situación de pobreza energética, afectando su bienestar emocional y físico, y creando barreras adicionales para alcanzar la equidad energética.
Objetivos

El proyecto COOLTORISE tiene como objetivo principal abordar y mitigar los impactos de la pobreza energética en verano en entornos urbanos de diversos países de Europa (España, Grecia, Italia y Bulgaria), con el propósito de reducir la vulnerabilidad social y mejorar las condiciones de vida de las personas afectadas por olas de calor extremas, agravadas por el cambio climático. A través de un enfoque multidisciplinario que combina investigación teórica y medidas aplicadas, el proyecto busca ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles para hacer frente a la creciente amenaza de la pobreza energética estival.

Objetivos principales 

1. Establecer un marco común sobre la pobreza energética en verano en los países europeos afectados. A partir de las evidencias e indicadores recopilados en todos los países participantes, los socios elaborarán una metodología común para identificar los hogares que sufren pobreza energética en verano.

Uno de los objetivos fundamentales del proyecto es profundizar y ampliar el conocimiento sobre la pobreza energética en verano, un fenómeno poco abordado hasta el momento, que ha sido históricamente asociado principalmente a las temperaturas bajas del invierno. Este objetivo implica investigar las causas subyacentes de la pobreza energética durante los meses de calor, así como medir sus impactos sociales, económicos y de salud. La investigación teórica incluye el análisis de la interrelación entre las olas de calor, el cambio climático y las condiciones socioeconómicas de las familias afectadas.

2. Evaluar los riesgos asociados a la pobreza energética estival

El proyecto busca identificar y evaluar los riesgos específicos asociados con la exposición al calor extremo en diversas regiones de Europa, poniendo especial énfasis en los territorios urbanos donde el efecto isla de calor agrava las condiciones de vida. Esto incluye la medición de la vulnerabilidad de las personas más expuestas a la pobreza energética, como aquellas con ingresos bajos, personas mayores, niños, mujeres y personas con enfermedades preexistentes. A través de esta evaluación, se pretende crear un mapa de riesgos que permita tomar decisiones informadas sobre las estrategias de intervención.

3. Desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles 

El proyecto tiene como objetivo proponer soluciones efectivas que permitan a las comunidades afectadas por la pobreza energética en verano adaptarse de manera sostenible. Entre las soluciones propuestas se incluyen tecnologías de climatización pasiva, como la mejora de las protecciones solares de los edificios, favorecer la ventilación natural durante las horas más adecuadas del día, la instalación de sistemas de energía solar para reducir la dependencia de la red eléctrica y la creación de zonas de sombra en espacio públicos. Se prioriza la sostenibilidad energética y la accesibilidad económica de las soluciones, para que sean viables a largo plazo en las comunidades más vulnerables.

4. Promover la adaptación climática en las ciudades y colectivos más vulnerables

Se quiere fortalecer la capacidad de adaptación climática en áreas urbanas vulnerables a las olas de calor. Para ello, el proyecto se centra en la creación de zonas de refugio climático y el ajuste de los espacios públicos para reducir la temperatura mediante la vegetación. Este enfoque tiene en cuenta la necesidad de mejorar las infraestructuras urbanas para crear ciudades más resilientes y adaptadas al cambio climático, promoviendo la sostenibilidad y la inclusión social.

5. Fomentar la sensibilización y la educación sobre la pobreza energética y el cambio climático

El proyecto se propone aumentar la conciencia pública sobre los efectos de la pobreza energética en verano y la necesidad de actuar para mitigar sus impactos. Se han desarrollado pata ellos campañas de sensibilización a nivel local y regional, así como actividades educativas que fomentan la participación de las comunidades en las soluciones propuestas. Se ha buscado especialmente involucrar a grupos vulnerables, como mujeres, personas mayores y niños, a través de talleres y programas educativos. La educación será una herramienta clave para impulsar una cultura del calor, empoderando a las personas para que tomen medidas preventivas y de adaptación.

6. Fomentar el empoderamiento de las mujeres para revertir la feminización de la pobreza energética. El proyecto aborda las barreras comunes que impiden la participación de las mujeres en las acciones programadas, como tener cuidado de menores o ancianas con dificultades de movilidad.

7. Evaluar y promover políticas públicas que favorezcan la adaptación climática

El proyecto pretende influir en el diseño de políticas públicas eficaces para abordar la pobreza energética en verano. Esto incluye la elaboración de recomendaciones políticas dirigidas a las autoridades locales y nacionales para implementar medidas que garanticen el acceso de las comunidades más vulnerables a soluciones adaptativas. 

8. Integrar la adaptación al cambio climático dentro de la educación de futuros profesionales de la arquitectura[CSG1]  y de personas que trabajan en el ámbito social y energético.

Los estudiantes de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, quienes participaron como agentes comunitarios (SEPAs), han aprendido estrategias adaptativas frente al calor extremo, desde la climatización pasiva hasta la eficiencia energética, con el objetivo de aplicar estos conocimientos en su futura carrera profesional, favoreciendo la construcción de entornos urbanos más resilientes y sostenibles. Además, se ha incrementado la formación de personas que trabajan en el ámbito social y energético ampliando su preparación para este reto.

9. Promover soluciones colaborativas y compartidas

El proyecto también pone un énfasis considerable en la colaboración con la comunidad, alentando soluciones compartidas y participativas que integran las necesidades de los habitantes en las respuestas frente al calor extremo. A través de actividades como los "paseos climáticos" y las intervenciones en el espacio público para la creación de refugios climáticos, se ha fomentado la participación de la ciudadanía en el diseño y ejecución de las estrategias de adaptación. Este enfoque no solo refuerza la capacidad de las comunidades para hacer frente a las olas de calor, sino que también empodera a las personas al darles voz en la creación de su propio entorno más seguro y habitable. La colaboración comunitaria se ha convertido en una pieza clave para el éxito del proyecto, contribuyendo a la creación de soluciones replicables en otros contextos urbanos.

10. Fomentar la cooperación internacional y el intercambio de buenas prácticas

El proyecto también tiene como objetivo promover la cooperación internacional entre los países participantes, fomentando el intercambio de buenas prácticas y experiencias en la lucha contra la pobreza energética en verano. A través de la colaboración transnacional, COOLTORISE busca crear un marco común para la implementación de soluciones innovadoras que puedan ser adaptadas a otras regiones de Europa, especialmente en áreas urbanas con características similares.

Soluciones
  • Creación de refugios climáticos en el espacio urbano. Se han realizado intervenciones comunitarias en el espacio público del barrio para la creación de pequeños refugios frente al calor al aire libre.
  • Mapeos de zonas frescas y paseos climáticos. El proyecto ha trabajado, junto a las asociaciones locales, en promover soluciones de bajo coste y alta replicabilidad. Por ejemplo, se han realizado estos mapeos y paseos climáticos, diseñados con las comunidades para identificar rutas más seguras y menos expuestas al calor. Este enfoque participativo permitió que la comunidad no solo fuera beneficiaria, sino también activa en la creación de soluciones adaptativas. Además, los datos recopilados se utilizaron para elaborar planes de intervención más específicos en áreas prioritarias.
  • Formación de agentes comunitarios, conocidos por sus siglas en inglés como SEPAs (Summer Energy Poverty Agents), en su mayor parte estudiantes de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. Han llevado a cabo actividades de sensibilización, recolección de datos, desarrollo de talleres con las familias sobre hábitos energéticos y asesoramiento en los barrios.
  • Acciones para reducir las necesidades energéticas y mejorar el confort térmico durante el verano. Se han desarrollado talleres de cultura energética y del calor, diseñados para enseñar estrategias de climatización pasiva (uso eficiente de la ventilación natural y técnicas de sombreado) o talleres para comprender las facturas energéticas y mejorar la eficiencia del consumo. Además, se han distribuido los denominados kits de lucha contra el calor, con elementos de bajo coste y alta efectividad como bombillas LED, enchufes temporizadores y aireadores de grifo.
  • Testeo de un sistema de alertas. Según las predicciones meteorológicas locales, las alertas se activaban cuando se acercaba un episodio de ola de calor o de noche tropical. En tales casos, se enviaban mensajes a los dispositivos de los usuarios con consejos para combatir el calor en el hogar, además de información sobre los servicios disponibles en la ciudad para mitigar los efectos de las altas temperaturas.
Importancia y relevancia de la adaptación

El peso relativo de la adaptación al cambio climático en el proyecto COOLTORISE es considerable, ya que se ha integrado en todas las fases del proyecto: desde la planificación inicial hasta la ejecución de medidas de intervención y la formación de profesionales. La adaptación ha sido un eje transversal que ha guiado las intervenciones en las áreas urbanas, la participación de la comunidad y la creación de políticas locales adaptativas. Este enfoque ha asegurado que las soluciones sean sostenibles y replicables en otros contextos, contribuyendo a la construcción de ciudades más resilientes frente al cambio climático.

La adaptación no se ha limitado solo a la infraestructura y las políticas públicas, sino que se ha incorporado una perspectiva de participación de la comunidad en el proceso. La creación de refugios climáticos y el diseño de espacios públicos resilientes han sido acciones clave, pero también se ha promovido la creación de capacidades a nivel local, permitiendo a las comunidades identificar y aplicar soluciones adaptativas.

La implementación directa de medidas de adaptación ha sido crucial para el éxito del proyecto. Se han llevado a cabo intervenciones urbanísticas que incluyen la plantación de árboles, la creación de espacios verdes y el uso de materiales de construcción resilientes para mitigar el calor extremo. Estas medidas no solo han aliviado los efectos inmediatos del calor extremo, sino que también han promovido un diseño urbano sostenible y adaptable que será de gran valor a largo plazo para las ciudades participantes.

La formación de futuros arquitecto/as y otros profesionales involucrados en el diseño y la planificación urbana ha sido clave en la integración de la adaptación al cambio climático en el aprendizaje académico y profesional. Mediante la participación en talleres y proyectos prácticos, los estudiantes han integrado los principios de adaptación en su formación, lo que repercute positivamente en su futura capacidad para diseñar entornos urbanos más resilientes. Esta transferencia de conocimiento es una medida de adaptación que va más allá de la intervención física, ya que prepara a los futuros profesionales para afrontar los desafíos del cambio climático en sus propias prácticas profesionales.

Participación de las partes interesadas

Es un proyecto coordinado por la Universidad Politécnica de Madrid y cuenta con las entidades socias, Asociación Bienestar y Desarrollo ABD, Asociación ECOSERVEIS, AISFOR, Comune di Parma, Sdruzenie Tzentar za Ustoychivost likonomichesko Razvitie – MOP, Obshtina Peshtera y Vilabs OE.

Universidad Politécnica de Madrid. Ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del proyecto, especialmente en la investigación sobre pobreza energética en verano y en la implementación de soluciones urbanas adaptadas al cambio climático. En el piloto de Madrid, estudiantes y profesores han participado en el diseño y ejecución de intervenciones en espacios urbanos, integrando enfoques ecosociales en su formación académica. En el resto de pilotos, la formación tanto de vecinos, activistas, técnicos y trabajadores sociales para ser agentes de lucha contra la pobreza energética ha permitido el desarrollo de las actividades.

Administraciones Públicas. Gobiernos municipales y entidades locales han facilitado la implementación de las intervenciones, proporcionando permisos, infraestructuras y apoyo institucional. Se han involucrado en la integración de medidas de adaptación climática en políticas urbanas y de vivienda.

Organizaciones comunitarias. Han trabajado en la identificación de los grupos más vulnerables a la pobreza energética y han sido clave en la mediación con la ciudadanía. Se han encargado de la implementación de talleres de sensibilización y la difusión de información accesible para todos los sectores de la población.

Ciudadanía. Ha sido protagonistas del proceso, participando activamente en el diagnóstico del problema y en la propuesta de soluciones.

Las acciones de sensibilización y difusión desarrolladas han sido: 

Campañas de comunicación

Creación de material audiovisual y gráfico para redes sociales, con el objetivo de informar sobre los riesgos del calor extremo y las soluciones de adaptación.

Desarrollo de materiales para hogares como guías para mejorar el confort térmico en verano y soluciones de refrigeración para el hogar y el exterior.

Eventos informativos y encuentros públicos

Charlas abiertas y mesas redondas con expertos en adaptación climática, arquitectura sostenible y justicia social.

Presentación de casos de éxito en eventos internacionales para compartir aprendizajes y replicar buenas prácticas.

Educación y divulgación

Incorporación de contenidos sobre adaptación climática en la formación de estudiantes de arquitectura, urbanismo y diseño.

Talleres de Cultura del Calor dirigidos a la ciudadanía para fomentar prácticas sostenibles en el hogar.

Publicaciones y materiales informativos

Elaboración de informes con los resultados del proyecto, disponibles para investigadores y profesionales del sector.

Creación de mapas y recursos digitales interactivos que muestran el impacto del calor en distintas zonas urbanas.

Difusión en medios de comunicación

Apariciones en prensa, radio y televisión para dar visibilidad a los desafíos de la pobreza energética en verano y las soluciones implementadas.

Interés del proyecto

El proyecto COOLTORISE destaca por una serie de aspectos originales y relevantes que no solo abordan el cambio climático desde una perspectiva innovadora, sino que también aportan soluciones concretas y replicables que pueden servir de modelo a nivel global. A continuación, se describen los aspectos más distintivos y valiosos del proyecto:

  • Enfoque multidisciplinar. Incorpora un enfoque integral que combina la investigación teórica con medidas prácticas. integrando el diseño urbano, la planificación arquitectónica, la participación comunitaria, la sensibilización pública y la formación de futuros profesionales. Este enfoque no solo produce resultados tangibles en el corto plazo, sino que crea una cultura de adaptación en la comunidad, asegurando que las soluciones sean sostenibles y perduren en el tiempo.
  • Co-creacion de soluciones con la comunidad. No se limita a la mera implementación de medidas adaptativas, sino que involucra a las comunidades en un proceso de co-creación de soluciones. La ciudadanía no solo es receptora pasiva de las intervenciones, sino un actor clave en la construcción de su propio futuro climático. Este modelo no solo fomenta una mayor responsabilidad local, sino que empodera a las personas para que asuman un rol activo en la adaptación al cambio climático.
  • Impacto en la formación de futuros profesionales de la arquitectura. El proyecto ha integrado las lecciones aprendidas sobre adaptación al cambio climático en el currículo académico de los futuros arquitectos. Esto no solo amplía la perspectiva de los estudiantes de arquitectura, sino que les proporciona herramientas prácticas y teóricas para abordar el cambio climático en su futura práctica profesional. Esta incorporación de principios de adaptación y resiliencia al diseño urbano y arquitectónico es esencial para formar a una nueva generación de profesionales comprometidos con la creación de espacios urbanos más sostenibles y adaptados al cambio climático.
  • Enfoque ecosocial. Una de las características más originales del proyecto es su enfoque ecosocial, que integra las dimensiones ecológicas y sociales de la adaptación al cambio climático. Este enfoque reconoce que las soluciones adaptativas no deben centrarse únicamente en aspectos técnicos, sino que deben tener en cuenta los derechos y las necesidades de los colectivos más vulnerables, promoviendo una mayor justicia social. A través de este enfoque, COOLTORISE no solo busca mitigar los efectos del cambio climático, sino también mejorar la cohesión social, creando espacios más inclusivos, saludables y resilientes para todos y todas.
  • Enfoque de género. Otro aspecto relevante es el enfoque de género implementado en el proyecto. Las medidas de adaptación al cambio climático han sido diseñadas teniendo en cuenta las necesidades y vulnerabilidades específicas de mujeres y niñas, especialmente en contextos urbanos donde se ha demostrado que se ven afectadas en mayor medida por el fenómeno de la pobreza energética. El proyecto promueve la igualdad de género mediante la incorporación de soluciones que beneficien por igual a todos los miembros de la comunidad, asegurando que las intervenciones urbanísticas no excluyan a ningún grupo ni perpetúen desigualdades preexistentes.
Éxito y factores limitantes

COOLTORISE ha implementado estrategias innovadoras y participativas que pueden ser adaptadas a distintos contextos urbanos y climáticos. Algunas de las acciones con mayor potencial de replicabilidad incluyen:

Diagnóstico Participativo a través de actividades como los paseos climáticos. Los paseos climáticos son recorridos organizados con la comunidad, expertos y técnicos para identificar cómo las olas de calor afectan a los barrios y qué soluciones pueden implementarse. Durante estas caminatas, se analizan elementos como la disponibilidad de sombra, la ventilación natural y las características de las viviendas. Esta metodología es fácilmente replicable, ya que requiere pocos recursos y fomenta el aprendizaje colectivo basado en la observación y la experiencia de los residentes.

Intervenciones comunitarias en el espacio público del barrio para la creación de pequeños refugios frente al calor al aire libre. Sin embargo, la creación de redes de refugios climáticos, es decir, de espacios y equipamientos públicos acondicionados para ofrecer, entre otros, un servicio de alivio frente a las altas temperaturas, debe ser una prioridad en los planes e intervenciones que aborden esta problemática desde la administración local.

Incorporación de la adaptación al cambio climático en la Formación de arquitectos y arquitectas

El proyecto ha involucrado a estudiantes de arquitectura y urbanismo en el diseño e implementación de soluciones climáticas. A través de intervenciones prácticas, estos futuros profesionales han integrado conocimientos sobre adaptación al calor extremo, eficiencia energética y soluciones ecosociales. Este enfoque puede replicarse en otras universidades y escuelas técnicas, asegurando que la adaptación climática sea una parte fundamental de la formación académica.

Estrategias de comunicación y sensibilización

Para aumentar la concienciación sobre la pobreza energética en verano, se han desarrollado guías prácticas, campañas en redes sociales y actividades educativas dirigidas a distintos públicos. Se han elaborado materiales en formatos accesibles, como videos e infografías, explicando medidas de bajo costo para reducir el impacto del calor extremo. Estas estrategias pueden aplicarse en cualquier contexto, ya que permiten difundir información clave sin necesidad de grandes inversiones.

Enfoque ecosocial y de género. Este enfoque aplicado en el proyecto ha permitido desarrollar soluciones que consideran tanto la sostenibilidad ambiental como la justicia social. La integración de estos principios en el diseño de las intervenciones garantiza que las medidas de adaptación al cambio climático sean equitativas e inclusivas, respondiendo a las necesidades de los colectivos más vulnerables. Este modelo, que combina participación ciudadana, análisis de impactos diferenciados por género y la promoción de soluciones comunitarias, es fácilmente replicable en otros contextos urbanos afectados por el calor extremo y la pobreza energética.

Respecto a los obstáculos que han aparecido en el desarrollo y ejecución del proyecto destacaríamos:

1. Falta de concienciación sobre la pobreza energética en verano.

Uno de los principales retos ha sido la escasa visibilidad de la pobreza energética en verano, en comparación con la del invierno. Muchas personas desconocen los efectos del calor extremo en la salud y no cuentan con estrategias para afrontarlo. Para superar esta barrera, el proyecto ha trabajado en campañas de sensibilización y ha promovido la inclusión del problema en la agenda pública.

2. Dificultades para la participación de la ciudadanía

Para abordar este desafío, se han diseñado estrategias flexibles, como reuniones informales y actividades en espacios cotidianos, facilitando la participación de distintos grupos sociales.

3. Limitaciones de recursos y financiación

La implementación de soluciones de adaptación al calor suele estar condicionada por restricciones presupuestarias, especialmente en comunidades con pocos recursos. Para sortear este obstáculo, COOLTORISE ha promovido intervenciones de bajo costo, ha fomentado el uso de materiales accesibles y ha establecido alianzas con otras entidades que han aportado recursos o financiación.

4. Cambio de mentalidad en el sector de la Arquitectura y el Urbanismo. Históricamente, la adaptación climática ha sido un aspecto poco considerado en la planificación urbana y el diseño arquitectónico. Para transformar esta realidad, el proyecto ha trabajado con universidades, integrando el enfoque ecosocial en la enseñanza y promoviendo que los futuros arquitectos incluyan criterios de resiliencia climática en sus diseños.

Presupuesto, tipo de financiación y beneficios adicionales

El proyecto COOLTORISE está financiado con fondos europeos H2020 y su presupuesto total asciende a 1.515.242,50 €.

Beneficios asociados a esta acción en otras áreas y sectores:

  1. Mejora de la salud
    La reducción del impacto del calor extremo en viviendas vulnerables permite disminuir los riesgos para la salud, especialmente entre personas mayores, niños y colectivos en situación de pobreza energética.
  2. Reducción del consumo energético y de emisiones
    Las soluciones pasivas implementadas, como sombreado natural, ventilación mejorada y uso de materiales reflectantes, reducen la necesidad de aire acondicionado, generando ahorro en las facturas energéticas y disminuyendo la huella de carbono en las ciudades participantes.
  3. Empoderamiento y cohesión social
    La participación activa de la ciudadanía en el diseño e implementación de soluciones ha fortalecido el tejido social, promoviendo el empoderamiento comunitario y la apropiación del espacio urbano. La integración del enfoque ecosocial y de género ha garantizado que las soluciones sean inclusivas y equitativas.
  4. Innovación educativa y profesional
    La implicación de futuros arquitectos en las intervenciones ha permitido incorporar el aprendizaje sobre adaptación al cambio climático en la formación universitaria. Esto facilita que las nuevas generaciones de profesionales integren criterios de sostenibilidad y resiliencia en su práctica profesional.

Estimación y medición de los beneficios

  • Indicadores de efectividad: Se han analizado variaciones en la temperatura interior de las viviendas, reducción del consumo energético y satisfacción de los beneficiarios mediante encuestas y mediciones in situ.
  • Monetización de los beneficios: Se ha calculado el ahorro económico derivado de la reducción del consumo de energía.
Aspectos legales

La Unión Europea ha desarrollado un marco normativo para abordar la pobreza energética y proteger a los consumidores vulnerables. A continuación, se destacan las principales normativas y recomendaciones europeas en este ámbito:

Directivas y Reglamentos:

• Directiva 2009/72/CE: Introduce el concepto de pobreza energética y establece la obligación de los Estados miembros de definir y proteger a los clientes vulnerables en el mercado interior de la electricidad. 

• Directiva (UE) 2019/944: Requiere que los Estados miembros adopten medidas para proteger a los clientes vulnerables y aborden la pobreza energética, incluyendo la definición de criterios específicos y la implementación de políticas adecuadas.

• Reglamento (UE) 2018/1999: Obliga a los Estados miembros a evaluar y abordar la pobreza energética en sus Planes Nacionales de Energía y Clima, estableciendo objetivos y medidas específicas para reducir el número de hogares afectados. 

Recomendaciones de la Comisión Europea:

• Recomendación (UE) 2020/1563: Ofrece orientaciones sobre cómo los Estados miembros pueden abordar la pobreza energética, incluyendo la identificación de indicadores adecuados y la definición de lo que constituye un número significativo de hogares afectados.  

• Recomendación (UE) 2023/2407: Actualiza las orientaciones anteriores y refuerza la necesidad de que los Estados miembros integren medidas contra la pobreza energética en sus políticas nacionales, destacando la importancia de una transición energética justa y equitativa.  

Iniciativas recientes:

• Plan de Acción para una Energía Asequible (2025): Presentado por la Comisión Europea, este plan busca reducir los costes de la energía, completar la Unión de la Energía y atraer inversiones, con el objetivo de ahorrar hasta 45.000 millones de euros en la factura energética de la UE para 2025

Legislación nacional:

• Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024: Elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica, esta estrategia establece una definición oficial de pobreza energética y del consumidor vulnerable, realiza un diagnóstico de la situación en España y fija objetivos de reducción de este problema social que afecta a más de 3,5 millones de personas en nuestro país.  

• Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre: Introduce medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores, incluyendo la creación del bono social térmico destinado a paliar la pobreza energética en consumidores vulnerables en lo que respecta a la energía destinada a calefacción y agua caliente, entre otros.  

• Real Decreto-ley 23/2021, de 26 de octubre: Implementa medidas urgentes en materia de energía para la protección de los consumidores y la introducción de transparencia en los mercados mayorista y minorista de electricidad y gas natural, reforzando la protección a los consumidores vulnerables.  

Legislación en la Comunidad de Madrid:

• Ley de Sostenibilidad Energética de la Comunidad de Madrid: Esta ley tiene como objetivo asegurar el suministro de energía de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente, considerando las necesidades de la sociedad, especialmente de los sectores más desfavorecidos. Entre las medidas destacan la creación de la Fundación de la Energía y la aprobación del Plan Energético H2020, que han permitido reducir el consumo relativo de energía, mejorar la eficiencia y aumentar la generación de energía renovable.  

• Bono Social Térmico: La Comunidad de Madrid gestiona ayudas directas destinadas a paliar la pobreza energética en los consumidores más vulnerables en lo que respecta a la energía destinada a calefacción y agua caliente, entre otros. Se beneficiarán de él todos los consumidores que estén acogidos al bono social de la electricidad a 31 de diciembre del año anterior, sin necesidad de realizar ninguna solicitud adicional.  

Tiempo de implementación

01/09/2021 - 31/08/2024

Páginas web
Referencias bibliográficas/Fuentes

Final report on activities developed with households to reduce summer energy poverty

Sánchez Guevara Sánchez, Carmen, Núñez Peiró, Marta, Gayoso Heredia, María, Torrego Gómez, David, Sanz Fernández, Ana, Simeonov, Georgi, Karamitreva, Gabriela, et al. 2024. Dealing with Summer Energy Poverty: A Guide. Universidad Politécnica de Madrid.

Contacto

Carmen Sánchez Guevara (Coordinadora del proyecto COOLTORISE)

Profesora Contratada Doctora

Directora del Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática MAYAB

Escuela Técnica Superior de Arquitectura

Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónicas

Avda. Juan de Herrera 4.

28040, Madrid SPAIN

✉ carmen.sanchezguevara@upm.es

✆ +34 910 67 48 83