La puesta en marcha del parque inundable “La Marjal", supone el desarrollo de una solución innovadora frente a las reiterativas inundaciones producidas en caso de lluvias de fuerte intensidad sobre la zona baja de la ciudad, particularmente en el entorno de la Avenida del Pintor Pérez Gil, la Calle Fotógrafo Francisco Cano y las vías del ferrocarril, en las proximidades de Playa de San Juan.
La idea esencial de la solución está basada en el funcionamiento de los sistemas naturales de marjal, reguladores de los ciclos hídricos tan frecuentes en todo el litoral mediterráneo, y supuso la construcción de un gran vaso de retención temporal de aguas de lluvia, a modo de gran balsa semienterrada realizada en hormigón, que actúa como tanque de tormentas.
A partir de aquí, se diseñó un sistema hidráulico global de forma que, durante un episodio de lluvia intensa, al rebasarse la capacidad de la red de pluviales existente, el agua excedente se deriva hasta este tanque de tormentas del vaso de retención.
El estanque configurado supone tan solo un elemento decorativo, que únicamente interviene en la función hidráulica del parque como elemento receptor del agua pluvial, de manera que el vaso de retención se va llenando lentamente. En caso de superarse su capacidad, el vaso dispone de un aliviadero para la evacuación del excedente de agua directamente por escorrentía superficial.
La captación de aguas de lluvia se realiza mediante un sistema formado por 2 canales longitudinales de 15 y 26 m de longitud y 50 cm de anchura, situados junto a los bordillos de las aceras de la Avenida del Pintor Pérez Gil, que alimentan un gran colector de evacuación de hormigón armado a través de una conexión múltiple de tuberías. El agua captada confluye en un sistema de doble depósito del que parte la conducción que cumple la misión de derivar los excesos de caudal de la red de colectores municipales existente hacia el parque.
Este colector de derivación presenta dos tramos: un tramo de cabecera, de 130 m de longitud (DN 1,800 mm), desde la captación de la Avenida de Pérez Gil hasta el cruce con la de la Calle Francisco Cano, y un segundo tramo de 174 m de longitud (DN 2,000 mm) hasta la conexión con la obra de vertido en el parque.
El cruce con la Calle Francisco Cano y las vías del ferrocarril se resolvió con un tramo de tubería en hinca, realizado mediante escudo abierto, de 48 m de longitud. La hinca se realizó, creando dos recintos estancos mediante tablestacas para los pozos de ataque y salida, entre los cuales se genera un sifón, que dispone de dos cámaras extremas de dimensiones y acceso adecuados para realizar los trabajos de conservación que se requieran.
Con sus dos tramos, el colector de conducción al parque es capaz de desaguar un caudal correspondiente a una lluvia de 50 años de período de retorno, es decir, 7.5 m3/s.
La entrada del agua pluvial al parque se produce bajo el mirador de cabecera, y su llenado se produce lentamente, gracias a su gran superficie, lo que minimiza el riesgo de que pudieran producirse daños sobre las personas. El volumen total de agua que puede almacenar es de unos 45.000 m3, que correspondería a una lluvia de fuerte intensidad y 2 h de duración. Si llegase a sobrepasarse este volumen, el caudal sobrante rebosa por unas aberturas en los muros de cerramiento hacia la Avenida de Oviedo, que lo recogería y conduciría igualmente hacia el mar.
Cuando cesa la lluvia y el caudal de la red existente se reduce, mediante la apertura telemandada de una válvula de compuerta DN 1,200 mm, el agua retenida en el parque se devuelve de manera controlada a la red existente, para su vertido al mar. Si las condiciones de calidad del agua almacenada o de ocupación de la zona de baño en la playa lo exigen, puede realizarse el vaciado del parque vertiendo el agua mediante una tubería (DN 1,200 mm) hacia el colector de la Avenida de Oviedo o mediante una (DN 500 mm) que conecta con la estación de bombeo de aguas residuales existente en la misma parcela, desde donde puede enviarse a la depuradora municipal de Monte Orgegia para su depuración y reutilización.
En previsión de la posible inundación de todo el vaso de retención en episodios extremos, el parque dispone de un sistema inteligente avanzado de vigilancia y alarma para informar a los usuarios y ordenar el abandono de la zona inundable en su caso.