Con la identificación de estos conocimientos compartidos se pretende preservar los paisajes culturales andaluces.
Generación tras generación los habitantes de las zonas costeras han sabido cómo construir y mantener diques y barreras naturales para proteger sus tierras de las inundaciones y la erosión, y quienes dependen de la agricultura, a seleccionar cultivos resistentes a la sequía, adaptados a las condiciones climáticas locales. Estos conocimientos vernáculos son la base de un nuevo estudio promovido por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, que pretende definir estrategias para minimizar las consecuencias adversas derivadas del cambio climático.
Fuente: Junta de Andalucía / Noticias