La evaluación pasa revista a los avances y los retos pendientes de los diferentes países que componen la Unión.

El informe dedica a España un amplio capítulo, entre cuyas conclusiones cabe resaltar: 

• Cuenta con un amplio sistema de seguimiento y herramientas de modelización, en continuo desarrollo.
• Es uno de los países que cuenta con un mandato legal para la evaluación de riesgos climáticos que se actualiza periódicamente.
• Ha establecido un marco de gobernanza sólido para la adaptación al cambio climático, cuyo núcleo es el Plan Nacional de Adaptación 2021-2030.
• Ha dado importantes pasos en materia legislativa para mejorar el seguimiento y la información sobre los impactos y los riesgos derivados del cambio climático y en la acción orientada a la creación de resiliencia, con la aprobación en 2021 de la Ley de Cambio Climático.

Sobre el trabajo desarrollado en los últimos años para incorporar la adaptación al cambio climático en las políticas sectoriales españolas, el informe de la Comisión destaca el relacionado con la gestión del agua.

Merece la pena mencionar los pasos dados para abordar los retos climáticos relativos al agua. Los planes de gestión del riesgo de inundaciones tienen en cuenta las condiciones climáticas futuras. Los nuevos planes de sequías también representan un avance considerable. Se han desarrollado proyecciones relativas a los recursos hídricos y se ha empezado a trabajar en las proyecciones relativas a la demanda. Los planes hidrológicos proporcionan un marco para reconciliar las necesidades de los diferentes usuarios del agua con su disponibilidad actual y futura.

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Fuente. European Comission