Aunque se trata de un proyecto todavía en ejecución, Adaptamed supone el desarrollo de la estrategia andaluza adaptativa frente al cambio climático, a través de la puesta en marcha de las diferentes actuaciones propuestas de gestión adaptativa, así como del funcionamiento de un sistema de información en red de todos los nodos u observatorios de cambio global en Andalucía, creada por el Programa andaluz de adaptación al cambio climático. Se trabaja así la colaboración y coordinación entre técnicos y científicos que investigan distintos aspectos relacionados con el cambio global en los diferentes territorios seleccionados y los responsables de la Administración que tienen la responsabilidad de su gestión, lo que supone en realidad el desarrollo de:
- un nuevo modo de abordar la gestión de los ecosistemas, mejorando su capacidad de adaptación para asegurar que en un escenario cambiante sigan suministrando los servicios que ofrecen, empleando para ello técnicas novedosas de carácter experimental
- una investigación aplicada para dar respuesta a los problemas reales de gestión adaptativa de dichos entornos
- una gestión de espacios y usos, activa, flexible y abierta que incorpore, sobre la marcha, los últimos avances científicos y el resultado de su propia evaluación
Otro factor importante que debe contribuir al éxito del proyecto lo constituye la participación e implicación de las comunidades locales y agentes sociales implicados en cada uno de estos territorios.
En cualquier caso, el éxito principal y básico de las medidas de gestión adaptativa implementadas, que implican el adecuado manejo de los diferentes hábitats seleccionados con objeto de incrementar su resistencia y resiliencia ante los efectos del cambio climático, será la mejora de la capacidad de provisión de bienes y servicios de dichos ecosistemas, básicos para el desarrollo socioeconómico de los núcleos rurales locales, tales como:
- retención de suelos
- polinización
- dispersión de semillas
- mantenimiento de pastos
- regulación de la temperatura
- provisión de agua
- prevención de incendios forestales y/o desertificación
- control de plagas
Los destinatarios y beneficiarias de dichas medidas son múltiples, pues, además de las poblaciones locales, con carácter general se puede implicar a numerosos sectores: ganaderos, gestores de los espacios naturales protegidos, usuarios de las acequias de aporte hídrico, representantes de los órganos de participación de las áreas protegidas, sector turístico y sector privado empresarial.
Aunque el proyecto está aún en desarrollo y no se ha producido su revisión final, sí se han detectado algunos factores que pueden llegar a ser condicionantes. En el contexto del cambio global los problemas de las áreas protegidas son cada vez más sociales y trascienden sus límites administrativos.
Y en este sentido, uno de los más significativos es el impacto del turismo, cuya expansión continua provoca una mayor presión sobre los recursos de los lugares de destino. Es necesario aplicar medidas para que algunas localizaciones más populares y con gran valor medioambiental no mueran de éxito turístico.
Para afrontar adecuadamente el problema debe contarse con todos los agentes implicados: habitantes del lugar, empresarios, políticos, científicos,…, de manera que se gestione un óptimo equilibrio entre las dimensiones económica, sociocultural y ambiental, definiendo la capacidad real del espacio afecto a tal fin. Evidentemente se seguirán creando impactos sobre el medio ambiente, pero la cuestión es si éste los puede soportar y si se puede gestionar de manera correcta para preservar el espacio natural.
Otros factores particularmente señalables son la ascensión en altitud observada con la procesionaria del pino en el espacio de Sierra Nevada, beneficiada por el incremento de temperaturas en las cotas medias-altas de esta área. Los depredadores naturales en estas altitudes son escasos, siendo también la zona en la que se encuentran la mayoría de los pinares, naturales o repoblados.
También en Cabo de Gata se han identificado algunos problemas, como la escasez de disponibilidad hídrica en algunas zonas, mayor de lo previsto, como consecuencia de la sobreexplotación de acuíferos y de la escasez de precipitaciones, así como la fuerte erosión del terreno, la pérdida de nutrientes en el entorno y los incendios forestales.