Cada vez es más necesario impulsar modelos que mantengan un equilibrio entre las necesidades del sector agrícola, la naturaleza y la adaptación a la sequía o al aumento de temperatura. El modelo regenerativo es un ejemplo de esto, ya que prioriza técnicas que favorecen la salud del suelo. La ciencia ya ha demostrado que un suelo más sano puede retener más carbono atmosférico y absorber más agua, por ejemplo. Pero, ¿es rentable este tipo de agricultura? Los resultados preliminares del proyecto de agricultura regenerativa Regenera.cat, liderado por el CREAF y gestionado por la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) que financia el Fons Climàtic del Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat de Catalunya, muestran cómo, al contrario del que suele pensarse, después de unos años iniciales y una vez se recupera la salud del suelo, este modelo puede producir la misma cantidad de alimentos que el convencional y hacerlo con un coste similar o, en algunos casos, de forma más barata, por ejemplo, el caso de la producción de la huerta de calabacines, ha registrado un ahorro de más del 30% en regenerativo.
Fuente: CREAF