El cambio climático ha creado la necesidad de un nuevo marco de referencia para la conservación. Este marco necesita incluir nuevas áreas protegidas que consideren cambios en la distribución de especies y manejo que atienda el cambio en gran escala a través de fronteras internacionales. Las acciones en este marco deben ser efectivas en aguas internacionales y a través de fronteras políticas y tener la habilidad para incorporar grandes discrepancias en ingresos y capacidades de pago entre países. Un sistema global de áreas protegidas responde a estas necesidades. Un sistema global de áreas protegidas plenamente implementado ayudará en la transición hacia un nuevo paradigma de conservación robusto al cambio climático y asegurará la integridad de los servicios climáticos proporcionados por el secuestro de carbono de los hábitats naturales del mundo. La respuesta al cambio climático coordinada internacionalmente y enmarcada por ese sistema podría tener ahorros significativos comparados con un sistema de adaptación climática que se lleve a cabo solo a nivel de país. La implementación de un sistema global se requiere muy pronto porque los efectos del cambio climático sobre las especies y los ecosistemas están en marcha.