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Bioeconomy: can inclusion, innovation, and sustainability align?
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Si bien no existe una definición única de bioeconomía, el concepto ha ganado cada vez más atención durante los últimos años. La bioeconomía, a menudo asociada con las economías circulares, verdes y azules, se considera generalmente como un cambio en el paradigma económico hacia una economía basada en recursos renovables y capaz de alcanzar objetivos de sostenibilidad. Los modelos de bioeconomía consideran la biotecnología como un contribuyente central a la producción primaria y la industria. Sin embargo, existen algunas preocupaciones sobre si la bioeconomía es realmente sostenible, particularmente cuando se trata de la posible compensación en el sector agrícola y la posible pérdida de biodiversidad relacionada con el uso excesivo de biomasa.
La Unión Europea publicó su primera estrategia de bioeconomía en 2012, actualizada en 2018. Según la definición de la UE, la bioeconomía cubre “todos los sectores y sistemas que dependen de recursos biológicos (animales, plantas, microorganismos y biomasa derivada, incluidos los desechos orgánicos), sus funciones y principios. Incluye y vincula los ecosistemas terrestres y marinos y los servicios que proporcionan; todos los sectores de producción primaria que utilizan y producen recursos biológicos (por ejemplo, agricultura, silvicultura, pesca y acuicultura); y todos los sectores económicos e industriales que utilizan recursos y procesos biológicos para producir alimentos, piensos, productos de origen biológico, energía y servicios (por ejemplo, restauración, tratamiento de residuos, comercio minorista de alimentos e investigación y reparación de productos de origen biológico)”. Si bien en la Unión Europea hay un esfuerzo por armonizar el entendimiento de la bioeconomía en la región, España, Austria, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia y Noruega ya han desarrollado su propia estrategia nacional sobre bioeconomía. También se ha desarrollado una estrategia específica de bioeconomía en algunos países fuera de Europa, como Costa Rica, Japón, Letonia, Malasia, Sudáfrica, Tailandia, el Reino Unido, Estados Unidos, y a nivel regional en África Oriental y los países nórdicos (Global Informe de Bioeconomía 2020). Las diferentes estrategias de bioeconomía incluyen diferentes sectores, por ejemplo, algunas incluyen la salud y otras no. Tampoco coinciden sobre qué estándares deben establecerse para garantizar la sostenibilidad y la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Es necesario comprender mejor las diferentes definiciones de los marcos de bioeconomía y gobernanza. Esto podría allanar el camino hacia más y mejores regulaciones, garantizar la alineación con los objetivos climáticos y aumentar el financiamiento de nuevas tecnologías, preservando al mismo tiempo a las comunidades de los riesgos de sobreexplotación de los recursos.
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